Yo tengo un sol
que no ilumina
porque mi luna
sale de día.
Y me deslumbra
entre las sombras
todos mis miedos,
siempre entre bromas.
Y con sus guiños me anima a caminar
para no perderme en el camino hacia ti.
Como avanza el segundero en el tic-tac,
me da ese soplo de vida
y no me deja ni parar a descansar
porque los sueños, al despertarse,
siempre se olvidan.
Y yo camino, camino, camino.
Me atraganta mi propia saliva
al pensar que lo que yo te quiera
eso a ti jamás te importaría.
Pero yo sigo, yo sigo, yo sigo,
avanzando entre mil pesadillas.
Luchando nuestras guerras
rebosantes de pasión,
con el cuchillo en la boca
hasta conseguir el perdón.
Y si me rindo, me rindo, me rindo,
nunca sigas esta filosofía,
porque al yo seguirte ando loco perdido.